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Higuera bonsái, un árbol en miniatura distinto

  Mistral Bonsai       21/07/2025
Higuera bonsái, un árbol en miniatura distinto

Las higueras, Ficus carica, son un bonsái muy distinto a los que se han cultivado tradicionalmente. Esta especie mediterránea, conocida por sus frutos, los higos, destaca por ser muy robusta y resistente. Su cultivo como bonsái, trae consigo la recompensa de todo lo que nos puede ofrecer como especie. ¡Conoce con nosotros la higuera bonsái!

¿Sabías que los higos en realidad no son frutos sino flores? Se trata de una flor invertida, dentro de la vaina que conocemos como el fruto florecen cientos de flores pequeñas que maduran en el interior convirtiéndose en el fruto carnoso, y dulce, que tanto nos gusta.

El encanto de cultivar una higuera como bonsái

Como hemos comentado, lo primero que destaca de la higuera bonsái es su resistencia. Originaria de Asia, desde siempre se ha adaptado y crece espontáneamente en climas mediterráneos, esta especie tiene una capacidad increíble para adaptarse a diferentes condiciones.

Su tronco nudoso y las grandes hojas le dan aportan una presencia llamativa, lo que puede ser una sorpresa para aquellos que están acostumbrados a bonsáis con hojas pequeñas y delicadas.

Uno de los principales retos de este bonsái es gestionar el tamaño de sus hojas que, con la elección de la variedad adecuada, el tiempo y la técnica puedes lograr reducir. Esto se consigue a través de la exposición al sol, la poda y un riego controlado. La clave está en equilibrar las necesidades de luz y agua del árbol. Una higuera bien iluminada y cuidada puede desarrollar hojas más pequeñas y una ramificación más fina, elementos fundamentales para cualquier bonsái​.

Cuidando a tu higuera bonsái, agua y sol

A la higuera le encanta el sol. Ubicarla en un espacio soleado hará que se desarrolle de manera vigorosa, pero hay que tener cuidado en los días de calor extremo, en los que deberemos protegerla al menos en las horas de sol más intenso.

Con demasiada exposición solar puede marchitarse, más si no se riega adecuadamente. Es importante mantener el sustrato húmedo durante el verano, pero sin encharcar, ya que la higuera bonsái es susceptible a la pudrición de raíces.

No confundir resistencia con olvidar las necesidades del árbol. Aunque puede tolerar breves periodos de sequía, siempre es mejor regar cuando el primer centímetro y medio en profundidad de la superficie del sustrato comienza a secarse.

El abonado de la higuera bonsái es esencial para mantener un crecimiento equilibrado y saludable. Durante la primavera y el verano, cuando se encuentra en su fase de crecimiento más activo, es recomendable utilizar un abono orgánico de liberación lenta, como Hiryo Gold Flores y Frutos, con bajo contenido en nitrógeno (N) y más rico en fósforo (P) y potasio (K). Esto evita un desarrollo excesivo de las hojas y promueve un crecimiento más controlado de las ramas y raíces.

El pinzado y la poda, una cuestión de paciencia y estrategia

Otro desafío al cultivar una higuera como bonsái es el manejo de los pinzados y la poda. Las ramas tienden a crecer con rapidez y si no se controla, influye también en el tamaño de las hojas.

Un pinzado continuo en épocas de crecimiento activo, para mejorar su compactación, se debe combinar una poda estratégica y defoliado.

Durante el verano, puedes optar por eliminar las hojas más grandes para estimular la aparición de brotes nuevos más pequeños, lo que, con el tiempo, ayudará a mantener una apariencia más compacta.​

Además, como ocurre con otros bonsáis, la poda de ramas gruesas debe a finales de invierno. La higuera tarda en cicatrizar las heridas, por lo que es mejor aplicar pasta selladora en los cortes.

TIP: al podar las ramas de la higuera, estas pierden savia que puede producir alergias en la piel. A la hora de podar una higuera, se recomienda utilizar guantes.

El trasplante y su importancia

A medida que tu bonsái crece, se acerca el momento de trasplantarlo. Por lo general, se recomienda hacerlo cada dos o tres años, siempre a finales de invierno o al principio de la primavera y antes de que el árbol comience su nuevo ciclo de crecimiento.

Llegado el momento, aprovecharemos para revisar las raíces, podarlas y proveerla de un sustrato adecuado que permita un buen drenaje. Utilizar una mezcla que incluya Akadama o Grava volcánica y turba ayudará a mantener la humedad bajo control, el sustrato Terrabonsai es una  buena opción formada por la mezcla mencionada.

Después de un trasplante, es fundamental darle a tu higuera un respiro. Una ubicación sin sol directo le permitirá recuperarse del estrés, enraizar correctamente y adaptarse a su nueva maceta.

Un pedacito del Mediterráneo en tu casa

Cultivar un bonsái Ficus carica es un desafío gratificante por su belleza rústica y su capacidad de adaptación. Con paciencia, como con todos los bonsáis, técnicas adecuadas de poda y un equilibrio entre agua y sol, tu higuera se convertirá en una pieza destacada de tu colección de bonsáis.

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Sobre el autor

Mistral Bonsai

En Mistral Bonsai somos un equipo de comunicación, técnicos y maestros comprometidos desde el primer día con la que divulgación del maravilloso arte del bonsái. Un mundo, sin duda, con muchas cosas para compartir. Creemos que un bonsái es un árbol con alma, único e irrepetible. Otro de nuestros pilares más esenciales es, como no podía ser de otra manera, el estrecho compromiso para preservar el Medio Ambiente y la naturaleza.